martes, 25 de noviembre de 2014

El hombre de hojalata 20 años después

Teníamos que hacer un pequeño relato de como sería la vida de algún personaje de cuentos populares 20 años después. A mi me tocó el mago de Oz, elegí al hombre de hojalata. Os dejo la direccion del cuento http://www.mediometro.com/cuento-el-mago-de-oz.html Aquí esta la historia:

Hola, soy el hombre de hojalata. Seguro que todos conocéis mi historia y a mis antiguos amigos: Dorothy, a su perro Toto, al espantapájaros, al león cobarde, a la bruja buena del Norte y a la bruja buena del Sur. Aquella aventura fue inolvidable; el tornado, la lucha contra las brujas, el mago de Oz y sus deseos... Primero relatamos nuestra aventura a los niños y niñas de nuestras ciudades o pueblos. Luego, poco a poco, se fue extendiendo por el país y luego por todo el mundo. Nos hicimos millonarios. Desde ese día cada uno se fue por un lado y no nos volvimos a ver. Justo el día en que gané el dinero fui a hipódromo y me lo gasté todo en Rayo, el caballo que hace poco gano el mundial. Mi caballo iba ganando, pero desafortunadamente, a diez metros de el final sufrió una grave rotura de pata y no consiguió llegar a la meta. Solo podía vivir debajo de un puente y comer lo que me daban en la iglesia de al lado del ayuntamiento, y beber el vino que me compraba con lo que me daban en la calle cuando pedía limosna. Lo compraba porque era lo único que me hacía olvidar mi pasado. Un día fui a pedir a la puerta de un  supermercado y se cruzó Dorothy, mi antigua amiga. Casi llama a la policía cuando fui a verla pero me reconoció. Me invitó a un café y estuvimos hablando y recordando momentos. Al cabo de cuarenta y cinco minutos se me ocurrió una brillante idea que seguramente me sacaría de la situación en la que estaba; mi gran idea ea reescribir nuestra aventura. A Dorothy le pareció genial Nos pusimos en contacto con los demás y la reescribimos. Dos meses después ya habíamos hecho hasta alguna película. Volvimos a ganar millones de euros. Se volvieron a separar nuestros caminos. Yo me compré un pisito y todo el dinero que me sobraba lo doné a la iglesia que me estuvo manteniendo. Nunca más volví a ser avaricioso.

1 comentarios:

A las 25 de noviembre de 2014, 9:33 , Blogger Unknown ha dicho...

Esta muy bien enhorabuena

 

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